Continúan las aventuras y desventuras de nuestro ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha, a través de las páginas bordadas a máquina de pedal antigua por Antonia Ortuño en el taller de Bordar Ideas.
Si en la anterior entrega les contamos cómo les fue a él y a su escudero Sancho Panza cuando se encontraron al "escuadrón de ovejas", ahora en un nuevo capítulo de sus hazañas, se tropiezan con el famoso "yelmo de Mambrino sobre el que hizo el juramento", retratada por Cervantes como "alta aventura y rica ganancia", y que no era otra cosa que una bacía de azófar (latón) de un barbero: